Diario de Japón día 3: Tokio-Akihabara

MErcadillo

DÍA 3: MIÉRCOLES 19 OCTUBRE 2016

Tras 11 horas de vuelo aterrizamos en el Aeropuerto de Haneda de Tokio, sobre las 11 de la mañana, pasando el control de documentación sin problemas.

Llegada al aeropuerto de Tokio-Haneda

Al salir vimos las indicaciones de la oficina de JAPAN RAIL (JR) por lo que nos acercamos hasta ella para validar los pases (estaba muy cerca, justo al lado de la entrada del monorrail). Había cierta cola pero iba rápido, a pesar de que los trabajadores tenían que escribir a mano en el cartón todos los datos de cada viajero.

Oficina de Japan Rail del Aeropuerto de Tokio-Haneda

Oficina de Japan Rail del Aeropuerto de Tokio-Haneda

Cuando fue nuestro turno le pedimos a la chica que nos los validase y activase para ese mismo momento; esto significaba que el último día no tendríamos bono pero ya conoceríamos mejor los entresijos del transporte japonés y ya estaríamos en Tokio así que preferimos dejarlo para el final… Nos entregó a cada uno un enorme cartón escrito a mano con nuestros nombres (¡¡viva la tecnología!!) que no debíamos de perder ni arrugar demasiado durante el viaje, pues no te hacen duplicados.

Instrucciones para utilizar el Japan Rail

Había allí mismo una oficina de información del aeropuerto y una de turismo así que preguntamos en ambas por un lugar para comprar una tarjeta SIM, sin embargo en ninguna de las dos hablaban inglés bien y nos remitían a la otra así que no resolvimos nada. Es increíble que en pleno aeropuerto apenas hablen inglés…

Cogimos entonces el Monorrail, que pertenece a la línea de JR, hasta Hamamatsucho; de ahí la línea de JR hasta Tokio y finalmente hasta la parada de Shin-Nihombashi. Es importante que sepáis que la ciudad de Tokio está muy bien comunicada, hay muchas líneas de metro (no incluidas en JR) y numerosas líneas de cercanías (sí incluídas en JR). Si pensáis coger JR, yo me buscaría el hotel cerca de una de las paradas de las múltiples líneas de JR, y así evitáis comprar el bono de metro. La línea de JR más famosa entre los turistas es la YAMANOTE, que es la circular (de color verde, en el centro de Tokio).

Viaje en los trenes de Japan Rail

Al salir de la estación caminamos por un bonito barrio, con muchas oficinas y tiendas, hasta dar con nuestro hotel, el HORIDOME VILLA. En las callejuelas anexas observamos un interesante mercadillo que decidimos visitar después de hacer el check-in y soltar las maletas. En el hotel tuvimos que pagar al llegar (práctica habitual en Japón, incluso ni te enseñan la habitación) pero como no habíamos cambiado dejamos las maletas en recepción y nos acercamos a un banco que estaba a dos minutos, que nos había indicado el recepcionista con señas, pues apenas hablaba inglés.

Entrada al Hotel Horidome Villa de Tokio

En el banco fueron muy amables: una chica que había en la entrada que hablaba algo de inglés fue la que nos ayudó a cubrir los papeles y traducirle a la de la ventanilla lo que queríamos. Cambiamos 1000€ (1€>110 Yenes), trámite que les llevó un buen rato. Mientras esperábamos nos sentamos en la sala de espera y vimos un poco de TV. Nos fijamos que una de las clientas que estaba en la cola llevaba un carrito de bebé, ¡¡pero dentro iba un perro!! Más adelante vimos más carritos para perros, así que al parecer no es tan extraño el sacarlos a pasear de esa manera (de hecho, años después, he empezado a verlos en España).

Perro en un carrito dentro del Banco

La chica finalmente nos entregó los yenes, después de de mil reverencias (por cierto, ya veréis que el dinero no se entrega en la mano, sino en unas bandejas que hay en todo tipo de negocio y tienda, al lado de las cajas registradoras, para evitar el contacto físico). Volvimos al hotel y pagamos al de recepción, entregándonos entonces la llave, pero al parecer no estaba todavía lista l ahabitación así que salimos a dar una vuelta por los puestos que había en las calles de alrededor.

Resulta que se celebraba el NIOMBASHI EBISU-KO BETTARA-ICHI: feria del encurtido bettara (rábano deikon encurtido). Se trata de una fiesta que se celebra desde el período Edo y que se organiza una vez al año alrededor del santuario Takarada Ebisu-jinja, el cual estaba justo al lado del hotel (impresionante suerte que tuvimos de coincidiese con la fecha de nuestra llegada).

Animadas calles

Concurridas callejuelas

Dimos una vuelta por las concurridas callejuelas, llenas de puestos de comida, y por tanto decidimos proceder a probar alguna que otra preparación:

Takoyaki (6 bolas fritas rellenas de pulpo): 500Y. Es uno de los platos que más se ven en los puestos callejeros.

Takoyaki
-2 Ostras al vapor (nos parecieron más bien mejillones grandes): 500Y

Ostras
Okonomiyaki (especie de tortillona con un montón de ingredientes, como le llamo yo): 600Y, otro de los platos estrella de la comida callejera japonesa

okonomiyaki
-2 cervezas: 1000Y

Pagamos un total de 2600Y/24 €. Acabamos comiendo sentados en el bordillo de la acera de una de las calles, como hacía la mayoría de la gente (algunos iban muy preparados, con mantas de picnic y todo). Volvimos para el hotel y por fin nos dieron la habitación (ya habían dejado nuestras maletas en el interior, qué detalle). Era mínima de espacio, sin armario (sólo había unos colgadores en la pared) y con un ínfimo baño que incluía una bañera para ewok, una pileta para elfo y el wáter. Por fin probamos el wáter con chorros (hay uno tipo bidé y otro para el culo), con regulador de presión y temperatura, toda una experiencia… Aquí tenéis la opinión del Hotel Horidome en Tripadvisor.

Tras una ansiada ducha, después del largo viaje, nos echamos un rato a dormir, alrededor de una hora. Al despertar decidimos visitar Akihabara, el famoso barrio tecnológico. Como quedaba cerca del hotel fuimos caminando, lo que nos llevó alrededor de 15 minutos.

Akihabara

Una vez allí, como ya había oscurecido, pudimos ver el sinfín de luces de neón. Visitamos la famosa tienda Mandarake, M’S (un enorme sex shop), entramos en varios pachinkos (donde la gente juega sin parar), etc. Nos llamó la atención lo horrible que son estos últimos, pues el ruido es atronador, hay mucho humo (pues se puede fumar en el interior), nadie habla con los demás al estar concentrados en el juego, etc. Por cierto, no fuimos capaces de entender cómo funcionaba el juego pero sí llegamos a la conclusión de que los japoneses tienen un concepto de diversión muy distinto al nuestro…

Pachinko
Pachinko
Mandarake
Mandarake (ojo con los precios)
Mandarake
Mandarake

Aprovechamos para comprar un adaptador en una de las múltiples tiendas de electrónica (862Y/8€) que, dicho sea de paso, no nos parecieron baratas. Además yo saqué una bola por 200Y/1’8€ en una de las miles máquinas gashapon que hay en las calles (son bolas de plástico con una sorpresa en el interior como chapas, llaveros, muñecos, etc., muchos con temática de mangas, series y demás). Me tocó una chapa de una muñeca que no conocía.

Máquinas de gashapon
Sex Shop MS

Por cierto, aquí vimos algo de lo más curioso del viaje: un grupo de gente por la carretera en karts, cada uno iba disfrazado de un personaje de Mario Kart (Mario, Luigi, la princesa, el dragón, Yoshi, etc.), y conducían tan tranquilos, por el medio del tráfico… De camino al hotel vimos una izakaya que nos tuvo buena pinta así que decidimos entrar, para ello tuvimos que esperar una pequeña cola de tres personas (tardaron poco en llamarnos, la verdad). La especialidad del local eran los yakitoros (pinchos morunos de todo lo que se os ocurra).

Izakaya de yakitoro

Había una camarera que hablaba algo de inglés que amablemente nos trajo una carta traducida, pero nos dio la impresión que no había lo mismo en ambas, pues había cosas que estaba comiendo la gente que no aparecían allí escritas (igual se debía a un error de traducción…). Nos sentaron en la barra, que fue genial para ver cómo preparaban los yakitoros. Al lado había una par de señores trajeados muy amables.

Pelayo y yo sentados en la barra con el cocinero al fondo

Pedimos varias cosas pero ella nos entendió a medias así que al final nos puso lo que le dio la gana, que he de confesar que nos comimos gustosamente:

Yakitoros de pollo y piel de pollo

Yakitoros de pollo
Tofu

Tofu
Oniguiri de salmón

Oniguiri de salmón
Sopa de arroz, verduras y huevo

sopa de arroz, verduras y huevo
Arroz a la parrilla

Arroz a la parrilla
-Acompañamiento de la casa: cuenco con nabo deikon, y cervezas japonesas

Acompañamiento
Acabamos hablando con los señores de al lado, pues ellos chapurreaban algunas palabras de inglés y yo solté las frases en japonés que me había aprendido de memoria, fue muy gracioso. Creían que nos faltaban algunos pinchos importantes por probar así que nos invitaron a varios más, así como jarras de sake (la verdad es que bebían a buen ritmo):

Semillas de Ginko

Semillas de ginko
Pimientos

Pimientos
Jarra de sake

Jarra de sake
Nos daba vergüenza porque no paraban de pedirle cosas a la camarera para nosotros así que nosotros les invitamos a otra jarra de sake. Se trataba de nigori sake, sin filtrar (era blanquecino y había algún grano de arroz). Estaba todo riquísimo y fue una velada muy agradable gracias a estos dos hombres, que no paraban de fumar y beber (aquí se puede fumar en los locales), e intentar hablar con nosotros. Pagamos 3102Y/28€, incluyendo un par de cervezas que bebimos al principio. Volvimos caminando al hotel y a dormir.

Foto con nuestros nuevos amigos japoneses

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