Diario de Berlín, día 4: Campo de concentración Sachsenhausen, Postdamer, Torre TV

"El trabajo libera"

DÍA 4, SÁBADO 27 MAYO 2017

Nos levantamos pronto para ir a ver el CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN, el más cercano a Berlín (teníamos tickets comprados del día anterior para utilizar en los siguientes 7 días, habiendo el sábado visita, creo recordar, que a las 8 y a las 11). Decidimos ir a la de las 11, que salía a las 10:45 de la Puerta de Brandemburgo, pues el cansancio ya se empezaba a acumular…

Elena y Amalia ya habían visitado el lugar así que decidieron no venir. En Sandeman’s ya nos había avisado el día anterior que había que sacar previamente un bono de transporte de día para zonas ABC (7’7€) y llevar agua y bocadillos, pues allí no hay ningún sitio para comprar nada (baños sí).

Berlín
Ticket ABC de día completo

Nos duchamos y bajamos a desayunar otra vez a la cafetería OLIVE. Esta mañana había una chica Kosovar que no hablaba muy bien ni inglés ni alemán y además era un poco lenta así que nos costó bastante que entendiese que íbamos a desayunar y que además nos tenía que poner unos bocadillos y bebidas para llevar.  Cuando estuvimos listas cogimos el metro hasta el centro, llegando un poco antes de la hora así que aprovechamos para tomar algo en el Donkin Donuts y comprar un par de ellos para llevar de postre. Una vez que nos reunimos con el guía, llamado Sebas, nos llevó en transporte público hasta la parada de ORANIENBURG (45 minutos de viaje). Desde allí caminamos alrededor de 15 minutos hasta la entrada del campo de concentración. 

Estación de Oranienburg

Sebas, guía de Sandemans

El campo de SACHSENHAUSEN se construyó entre 1936 y 1945 por prisioneros judíos de otros campos. Durante este período de funcionamiento más de 200.000 personas pasaron por él, falleciendo muchos de ellos debido a las enfermedades, hambre, trabajos forzosos, fusilados o en la cámara de gas, todo obra de las SS.

Entrada al campo de Sachsenhausen
campo de Sachsenhausen
Muros que rodeaban el campo

Al parecer además se cometieron infinidad de crímenes médicos y experimentos con los prisioneros.

campo de Sachsenhausen
Enfermería

Fue diseñado como campo ideal, con un patio en el centro en forma triangular y alrededor de él los barracones, edificios administrativos, la enfermería, etc. Con el tiempo hubo que ampliarlo porque cada vez llegaban más prisioneros.

Campo de Sachsenhausen
Patio del campo de concentración
campo de Sachsenhausen
Puerta en la que figura el famoso «Arbeit machteret» (El trabajo libera)

Era curioso el sistema de clasificación de internos, pues a cada uno le cosían al uniforme de rayas un pequeño triángulo de tela cuyo color dependía del grupo al que pertenecía (amarillo para judíos, marrón para gitanos, rosa para homosexuales, rojo para presos políticos, etc.).

Campo de Sachsenhausen
Uniforme de rayas

Hay varios museos  lo largo de la visita en los que podréis leer mucha información y observar objetos muy interesantes, además de otros que os pondrán los pelos de punta como diversos instrumentos de tortura.

Campo de Sachsenhausen
Museo

Vimos la alambrada, un barracón, la enfermería, la prisión del campo con sus celdas de castigo, el patio, el crematorio, el bunker, etc.

Campo de Sachsenhausen
Alambrada
Campo de Sachsenhausen
Pasillo de celdas
Campo de Sachsenhausen
Celda

El edificio en el que se alojaban los oficiales del ejército es ahora, al parecer, una Escuela de Policía.

Campo de Sachsenhausen

Entramos en uno de los barracones que se pueden visitar, a modo de museo; el interior estaba negro debido a un incendio provocado por antisemitas durante los años 90. En él se podían ver las letrinas, tres pisos de literas, una sala con mesas, etc.

Campo de Sachsenhausen
Barracones
Campo de Sachsenhausen
Literas
Campo de Sachsenhausen
Letrinas

 A uno se le encoge el corazón en los campos de fusilamiento y en los restos que quedan de las cámaras de gas y crematorios.

Campo de Sachsenhausen
Campo de fusilamiento
Campo de Sachsenhausen
Crematorio

Hay un gran obelisco en el patio que conmemora el momento de la liberación del campo.

Campo de Sachsenhausen

La visita duró hasta las 15 horas y la verdad es que fue muy interesante, incluso a pesar del intenso calor del día, pues el guía nos contó un montón de anécdotas e historias. Una vez terminada la visita nos pusimos a la cola en la parada de bus que hay justo en la salida del campo, pues así no teníamos que caminar hasta la estación de tren. Una vez en la estación el guía nos indicó el tren en el que teníamos que subir. Posteriormente fue pasando por cada vagón para dar a cada uno de los participantes las indicaciones oportunas para llegar a nuestros respectivos destinos y resolver dudas. Si queréis ver más fotos del campo sólo tenéis que pinchar aquí.

Una vez en Berlín fuimos hasta POSTDAMER PLATZ, en donde habíamos quedado con Elena y Amalia, que nos esperaban en una terraza tomando algo. Nada más salir de la boca del metro vimos un trozo del muro y el primer semáforo que se instaló en Europa. Al parecer es una zona que se urbanizó tras la caída del muro, con modernos edificios.

Postdamer Platz
Muro de Berlín
Postdamer Platz
Semáforo

Es impresionante la plaza donde se encuentra el Sony Center, con una enorme cúpula de cristal y acero diseñada por Helmut Jahn, que al parecer se ilumina por la noche. En ella hay numerosos restaurantes y terrazas. Los amantes del cine sabrán que la Berlinale se celebara en Potsdamer Platz.

Postdamer Platz

Decidimos sentarnos en una terraza de las calles adyacentes para tomar unos cafés y unos dulces (22€). Luego acompañé a Marta, que es arquitecta, y quería ver varios edificios de la zona que le gustaban, mientras las demás se quedaban al sol en la terraza:
-segunda sede de la Biblioteca Estatal de Berlín, de Hans Scharoun y Edgar Wisniewski, construida en los años 70, que estaba en obras, como gran parte de la ciudad
-la Filarmónica de Berlín, edificio diseñado por Hans Scharoun y construido a mediados del siglo XX.

Postdamer Platz

Tras ver los edificios nos dimos una vuelta por los alrededores de la plaza, en donde nos encontramos con una jirafa de Lego, una playa artificial como publicidad para la película Baywatch, etc. Yo aproveché para entrar en una librería y comprar un libro para practicar alemán.

Pinchando aquí podréis ver más fotos de la plaza y sus alrededores.

Volvimos a la cafetería, recogimos al resto y nos fuimos a la TORRE DE TV, pues el día anterior habíamos comprado on line entradas, para evitar las horas de cola. Hay que pagar un poco más (17’50€) pero creo que merece la pena, pues ya tienen hora asignada así que sólo hay que presentarse en el lugar unos minutos antes para pasar el control de seguridad.

Teníamos entradas para las 19 horas así que llegamos un poco antes, mostramos en la pantalla del móvil los tickets y pasamos sin ningún problema ni espera. Sin embargo, una vez en el interior no había carteles así que no sabíamos muy bien lo que teníamos qué hacer. Al final encontramos el control de seguridad y a continuación subimos al ascensor, en donde había un botones muy simpático que además hablaba español. La subida dura unos segundos nada más; como el ascensor lleva un cristal en la parte alta que se ilumina, se ve el ascenso desde el interior.

Berlín
Antena de TV
Berlín
Dentro de la Torre
Torre TV Berlin
Vistas

Las vistas desde arriba realmente merecen la pena pero me di cuenta de que apenas hay edificios que llamen la atención (la catedral y poco más). Hay carteles informativos a lo largo de todo el pasillo acristalado que explican algunas zonas de la ciudad. En esta misma planta hay un bar en el que se puede tomar algo, pero no hacia la cristalera, sino hacia el interior. En el último piso hay un restaurante giratorio pero sólo se puede entrar bajo reserva de cena o comida. Aquí podéis ver muchas más fotos de la torre y sus vistas.

Tras la visita, que no duró mucho, entramos en la estación de metro con la idea de volver al apartamento pero en la estación vimos un Donkin Donuts así que entramos. El chico era muy simpático y nos lió para coger una oferta que, entendimos, de 6 donuts. ¡¡Al final resulta que eran dos cajas completas!!!

Donkin Donuts Berlin

Al llegar a Frankfurten Tor nos sentamos en la terraza de un local llamado ALLERMUNDE a tomar algo mientras Miriam iba a coger algo de abrigo y dejar las bolsas de regalos de todas en el apartamento. Pedimos varios Riesling, agua con gas y un refresco a base de lichi que resultó ser bastante desagradable (22’7€).

 ALLERMUNDE Berlin

Miriam, tras leer bastantes opiniones en Internet, decidió reservar mesa para cenar esa noche en un restaurante alemán con buena puntuación llamado SPAETZLE&KNOEDEL, así que al rato nos dirigimos a pie hacia el mismo, pues no estaba muy lejos del apartamento. Resulta que se encontraba de la calle Simplonstrasse, en el barrio en el que habíamos estado cenando Elena, Betty y yo la primera noche. Había mucho ambiente, pues nos enteramos que esa misma tarde se jugaba la final de la copa de Alemani entre el Frankfurt y el Dormund.  El único sitio en el que no había gente era en nuestro restaurante, pues no había TV, así que estuvimos solas y encantadas. Esto fue lo que pedimos:
-Tabla de quesos

SPAETZLE&KNOEDEL Berlin
-Bretzel con con Obazda (especialidad bávara)

SPAETZLE&KNOEDEL
-Cada una un segundo: Spätzle y Käsespätzle (pasta fresca de la región de Suabia),  Knödel (especie de bolas de pan) y demás especialidades, pudiendo escoger cada comensal la salsa para acompañar el plato escogido (goulash, cerveza negra, setas, etc.).

SPAETZLE&KNOEDEL

SPAETZLE&KNOEDEL

SPAETZLE&KNOEDEL

SPAETZLE&KNOEDEL

Vamos, que era todo de dieta… Por cierto, las bolas de pan era totalmente insípidas, no nos gustaron; lo más rico fue el Plato de Goulash que pidió Marta. Para beber pedimos vino blanco de la casa que era bastante malo. Pagamos 99’10€, es decir, 17€ por persona. Si queréis ver más fotos y la opinión que subí a Tripadvisor de este local sólo tenéis que pinchar aquí.

Al salir tomamos algo en la terraza de un local cercano que se llamaba HANNIBAL: tres gintonics, un cuba libre, una caipiriña y un daiquiri de mango (31’5€).

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Caminamos después hasta una zona especial de marcha, en la que han montado chiringuitos dentro de una fábrica abandonada (zona de Revaler Strasse). Dimos una vuelta para ver el ambiente pero no llegamos a entrar en ninguno, pues en la mayoría cobraban entrada y no estabamos ya con mucha cuerda…

Revaler Strasse Berlin

Revaler Strasse Berlin

Revaler Strasse Berlin

Cogimos dos taxis y volvimos para el apartamento (8€x2=16€). Al poco de llegar empezamos a oir barullo en la calle y vimos varios furgones policiales, además de un helicóptero enfocando con un enorme haz de luz al edificio de enfrente. No sabemos de qué se trataba pero la gente caminaba por la calle como si nada y en unos minutos se acabó.

Vista del helicóptero desde el apartamento

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