Diario de Tailandia, día 21: Bangkok (Ayutthaya)

JUEVES 12 NOVIEMBRE 2015

Me desperté sobre las 7-7:30 y Pela al rato. Nos pusimos los bañadores y fuimos a darnos un baño en la bonita piscina infinita al aire libre del hotel, que está en la planta 14.

Piscina del hotel

Las vistas desde allí eran geniales y con el calor que hacía era todo un lujo; además al ser tan temprano apenas había gente. Al rato marchamos, pues habíamos planeado visitar AYUTTHAYA, que se encuentra a unos 80 km de Bangkok.

Tras el baño bajamos a la 5ª planta, donde servían el desayuno, que fue para volverse loco: varios cocineros haciendo revueltos, sopas, dumplings al vapor, etc. Había un montón de platos salados thais (noodles, arroz, cerdo, pollo, verduras, etc.) e ingleses (salchichas, huevos, bacon, etc.). Hay una máquina de hacer pancakes, varios tipos de zumos, apartado de ensaladas, sushi, cereales, decenas de toppings, fruta, etc. Resumen: que desayunamos como si fuese el ultimísimo día de nuestras vidas…

Desayuno del hotel

Tras el opíparo desayuno salimos a coger el BTS con destino a VICTORIA’S MONUMENT. En la entrada del BTS tuvimos que sacar 1000B en uno de los múltiples cajeros que hay habitualmente en todas las paradas, dado que el día anterior se habían quedado en el hotel, a modo de fianza, los últimos bahts que teníamos. Ayutthaya fue la antigua capital de Tailandia, de la cual hoy sólo quedan ruinas. Fue reconocida como Patrimono de la Humanidad por la Unesco a finales del siglo XX. Se encuentra en una isla, rodeada por el río y con numerosos canales. Al parecer fue fundada a mediados del siglo XIV y desgraciadamente destruida por el ejército birmano en 1767 durante la guerra.

Monumento Victoria

Una vez en  VICTORIA’S MONUMENT preguntamos por las vans que iban a Ayutthaya. Al salir de la estación caminaréis por un piso elevado que va sobre la carretera y una enorme rotonda en donde está el monumento. Cuando se divida tenéis que coger hacia la derecha y bajar por unas escaleras mecánicas a la calle, pues allí están las furgonetas que van a Ayutthaya. Cuando llegamos a la parada ya había una van casi llena así que entramos y nos metimos en la última fila. En cuanto se llenó prácticamente del todo el conductor arrancó. Por cierto, el billete nos costó 60B/1’5€ por persona, o sea, una ganga.

El viaje duró alrededor de una hora, que aprovechamos para dormir de principio a fin. Al llegar al destino nos dejaron en una avenida en la que hay una especie de mercado y muchos taxistas y tuktuks que abordaban a los turistas nada más bajar de la furgoneta. Preferimos alquilar una moto e ir a nuestro aire así que en uno de los puestos del mercado preguntamos a una chica y nos indicó una guest house llamada DECEMBER HOUSE. En este lugar, además de dormir, podréis alquilar bicis y motos, comprar billetes de distintos transportes a casi cualquier lugar de Tailandia, etc. Su personal me pareció muy amable y competente. Si os queréis quedar a dormir en Ayutthaya, éste puede ser un interesante lugar. Aquí os dejo la opinión y fotos que subí a Tripadvisor de December House.

December House y la moto que alquilamos

Alquilamos una moto por 200B/5€, dejando el pasaporte de Pela como fianza. Además nos prestaron dos cascos y nos dieron un mapa en el que nos señalaron los lugares que debíamos visitar. Hicimos las consabidas fotos de la moto antes de arrancar, por si acaso.

Seguimos la ruta del mapa, viendo varios espectaculares templos, todo distintos y en diferente grado de conservación:

WAT MAHATHAT: pagamos 50B/1’25€ por persona para entrar. Es donde está la famosa cabeza de Buda rodeada por las raíces de un árbol, muy bonito. Aquí podéis ver más fotos del templo.

WAT RATCHABURANA: lo vimos por fuera, sin llegar a entrar.

WAT LOKAYA SUTHA: con un enorme Buda reclinado. Podéis ver más fotos pinchando aquí.

WAT CHAIWATTHANARAM: éste es el que nos pareció más bonito de todos, pagando otros 50B/1’25€ por persona. Podréis ver más fotos pinchando aquí.

El paseo en moto fue estupendo, os lo recomiendo vivamente, pues la ciudad está llena de canales y templos. Ese día hacía bastante calor así que vimos a los que iban en bici de alquiler demasiado acalorados y sudados, pero eso ya depende del gusto y habilidad de cada uno. Yo creo que además en moto aprovecharéis más el tiempo, evitando los desplazamientos largos que hay entre algunos templos. La verdad es que, de haber sabido que este lugar era tan bonito, me hubiese gustado dormir allí una noche.

Otras atracciones son: Iglesia católica, paseo en elefantes (demasiado turístico), Mercado flotante, etc. Por cierto, tomamos un temtempié en uno de los templos a base de cosas que habíamos comprado en el Seven Eleven, y quiero destacar este riquísimo snack de algas, por si lo véis en las tiendasn y queréis probarlo (éste era picante pero había muchas más variedades, hoy en día ya se pueden conseguir en España).

Snack de algas
A continuación decidimos por visitar el famoso MERCADO FLOTANTE. Tuvimos la suerte que, cuando llegamos, se estaban marchando tres autobuses completos de turistas así que no había prácticamente nadie. Se ve que las visitas guiadas van temprano así que os aconsejo ir más bien tarde para no estar agobiados de gente. Aquí tenéis más fotos del lugar.
Mercado flotante
Se trata de una reproducción de los antiguos mercados flotantes, 100% turístico, pero aún así es gracioso para pasear un rato. Hay cientos de locales con mil chorradas, restaurantes, tiendas en donde se le puede dar de comer a las carpas con un biberón, etc.
Pelayo comprando un helado
Nos tomamos un helado de coco que vendía una señora desde un barco, servido dentro de un coco de verdad (30B/0’75€). Además compramos unos curiosos y simpáticos muñecos que se construían por piezas, similares a las de Lego, por 100B/2’5€ cada uno (uno para mí de Monstruos SA y otro para el sobrino de Pela de un minion). Luego nos sentamos en un chiringo para tomar un par de cervezas: una Shinga y una Leo por 180B/4’5€.

Abandonamos el Mercado flotante y volvimos a la zona monumental, donde ya estaban cerrando alguno de los templos, pues el horario no es muy amplio. Aprovechamos para llenar el depósito de gasolina en una estación de servicio (pagamos 32B/0’8€), tal  y como nos había pedido el chico de la Guest House.

Entregamos la moto en la Guest House sin ningún problema y caminamos hasta la parada de las furgonetas en donde nos habíamos bajado por la mañana. Nos subimos a la que ya estaba allí, teniendo que esperar un buen rato a que se llenase. El ticket nos volvió a costar lo mismo: 60B/1’5€ por persona. Aquí podéis ver la opinión y más fotos de nuestra estupenda visita a Ayutthaya.

Tardamos un poco más en llegar a Bangkok que por la mañana debido al tráfico que había. Al llegar a Victoria’s Monument cogimos el BTS de nuevo hasta el hotel, en donde nos dimos otro agradable baño en la piscina pero sólo nos dio tiempo a estar media hora, pues cerraban a las 21 horas. A partir de esa hora, sin embargo, la gente se puede sentar en los sofás de la terraza, pues hay servicio de bar y restaurante (incluso para gente que no está alojada en el hotel). A esa hora estaba repleto, pero aún así se estaba muy bien, dada la temperatura tan agradable que hacía, y las vistas.
Pelayo en la piscina del hotel

Nos volvimos para el cuarto y nos preparamos para salir a cenar en un sitio que había visto Pelayo en Tripadvisor: TEALICIOUS. Estaba muy cerca de nuestro hotel y del famoso Sirocco, a donde queríamos subir nuestra última noche en Tailandia para observar la capital desde las alturas.

Fuimos dando un paseo por las grandes avenidas del barrio, llenas de rascacielos. Cuando llegamos al restaurante nos dieron una mesa rápidamente. Resulta que el negocio pertenece a un londinense con enanismo afincado en Bangkok desde hace tiempo, pues está casado con una tailandesa. Eso sí, los empleados y cocineros eran todos locales. El sitio es bonito y dispone de una amplia carta, como es habitual aquí, pero tengo que decir que el dueño me agobió un poco al querer ser tan sumamente amable.

Esto fue lo que pedimos:
-Gambas envueltas en pasta con salsa agridulce (venían cuatro)
-Costillas de cerdo fritas con lemon grass (5 costillas)
-Glam noodles con marisco (Pela lo pidió picante y casi llora pero se lo acabó)

-Pad thai (no quería dejar de comerlo nuestra última noche en Tailandia)

-Tarta de chocolate con vainilla

Los aperitivos fueron un poco escasos pero los platos principales sí eran abundantes. Para beber pedimos dos cervezas Beer Lao para Pelayo y un batido de plátano para mí que estaba riquísimo, pagando por todo 1104B/27’6€. Cuando fuimos a pagar con tarjeta, pues ya no teníamos efectivo porque nos íbamos al día siguiente, nos dijo el dueño que no tenían TPV. Total, que se tuvo que ir Pelayo a sacar otros 1000B a un cajero mientras yo esperaba en el comedor. Aquí tenéis la opinión y fotos que subí del Restaurante a  Tripadvisor.

Resulta que en el mismo local estaba cenando otra pareja de españoles, concretamente de Lérida, así que hablamos un rato con ellos. Ramón y Silvia tenían la suerte de que acababan de empezar su viaje por Tailandia, por lo que después de cenar fuimos los cuatro a tomar algo al SIROCCO para contarles lo que habíamos hecho durante nuestra estancia en el país. Eran muy majos, fue una pena no haber coincidido más tiempo con ellos. Aquí podréis ver más fotos del Sirocco.

Sirocco

El mirador del Sirocco está en la planta 60 (o sea, ¡¡el doble de lo que está nuestra habitación del hotel!!). No dejan sacar fotos más que desde el mirador acristalado, en donde está la barra de copas y cócteles.

Hicimos varias fotos y después teníamos intención de pedir una copa pero, entre la cantidad de gente que había y que las consumiciones no eran baratas, decidimos tomar algo en otro sitio más tranquilo.

Encontramos cerca del Sirocco un local muy pijo especializado en Whiskeys llamado WHISGAR’S y entramos, pues no veíamos nada más abierto. Pedimos dos cócteles de whiskey, cerveza un agua con gas y refrescos, pagando 1000B/25€. Aquí tenéis la opinión y fotos que subí a Tripadvisor del local.

Whisgar’s

Estuvimos de cháchara hasta que cerró el local, sobre las 2 de la madrugada. Les regalamos nuestra tarjeta SIM tailandesa, pues nosotros ya no la íbamos a usar más, para que la recargasen en el Seven Eleven al día siguiente. Nos despedimos de ellos y volvimos caminando hasta nuestro hotel. Preparamos las maletas y a dormir unas pocas horas. Esperamos que hayan disfrutando tanto de Tailandia como nosotros.

Pelayo, Ramón y Silvia

2 Comments

    • El hotel de Bangkok era el Urban House. La van deja en una avenida en la que hay un plano de la localidad, de todos modos podéis preguntar por allí por lo que busquéis, como hicimos nosotros en el caso del alquiler de bicis.

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