Diario Costa Este USA y NY, día 5: Central Park, Museo Historia Natural, Roosvelt Island

JUEVES 21 SEPTIEMBRE 2017

Nos despertamos sobre las 8:15, nos duchamos y bajamos a dsayunar. Después cogimos la línea de metro de color rojo hasta la esquina Oeste de CENTRAL PARK (59 St Columbus Circle). Nada más salir a la superficie aparecimos en una pequeña plaza con la estatua de la bola del mundo.

Nueva York

Enseguida nos ofrecieron mapas, rutas, bicis, etc., pero declinamos todo. La primera vez que visité Central Park reservé una bicicleta pero esta vez preferimos ir a pie dado que:

-había verdadera hordas de bicicletas, un coñazo

-en bici sólo se puede circular por lo senderos marcados, es decir, alrededor del parque

-creo recordar que la alquilamos por una o dos horas y nos dio tiempo justo a dar la vuelta porque paramos unas cuantas veces a hacer fotos

Nueva York
Partido de croquet en Central Park

Así que echamos a caminar y al poco nos encontramos una pequeña caseta oficial en la que nos dieron un plano del parque sin cobrarnos nada. Central Park es el parque urbano más grande de la ciudad y es que cuenta con más de cuatro kilómetros de largo y casi uno de ancho.

Central Park
Tiovivo

Nada más entrar vimos el Tiovivo y luego entramos en Sheep Meadow, una estupenda pradera de césped con unas bonitas vistas a los rascacielos, ideal para un picnic.

Central Park
Sheep Meadow

Vimos un partido de croquet, la famosa Fuente de Bethesda que tantas veces se ve en películas y series, varios lagos con barquitos, etc.

Central Park
Fuente de Bethesda
Central Park
The Lake

Cruzamos varios de los famosos puentes del parque, vimos ardillas, una boda, algunas de las conocidas estatuas como Alicia en el país de las maravillas, Romeo y Julieta, etc.

Central Park
Estatua de Alicia en el país de las maravillas
Boda en Central Park

Sin embargo la escultura más antigua del parque es el precioso Obelisco egipcio, de unos veinte metros, donado a Nueva York en agradecimiento por la colaboración en la construcción del Canal de Suez. El obelisco fue construido por orden de Tutmosis III alrededor del 1500 a.C.

Central Park
Obelisco

También es bonito el Castillo de Belvedere, pues se encuentra en un alto desde el que se ve una gran parte del parque. Aquí podéis ver más fotos de Central Park.

Central Park

No llegamos hasta la parte norte del parque ni a entrar en el Zoo, pues hay que pagar entrada. Tras un buen rato de paseo por los senderos de Central Park decidimos comer algo así que salimos del parque (no hay verjas, es muy fácil) hacia donde está el Museo de Historia Natural y por allí encontramos un restaurante llamado UNO CHICAGO GRILL.

Uno Chicago Grill NY

Pedimos un enorme plato combinado por 22$ para compartir entre los dos que llevaba lo siguiente: una hamburguesa, aros de cebolla, alitas de pollo con barbacoa, unas riquísimas costillas con canela y patatas fritas. Para beber pedimos agua y dos cervezas que, junto con la propina hizo que la cuenta final ascendiese a 46,27$. El camarero que nos atendió fue muy amable y además se esforzó por hablarnos en español, pues chapurreaba un poco. Aquí podéis ver más fotos del local y la comida.

NY
Uno Chicago Grill

Tras la comida entramos en el MUSEO DE HISTORIA NATURAL sobre las 14 horas por su impresionante hall central, en donde se pueden admirar los esqueletos de dos dinosaurios.

NY
Museo de Historia Natural

Museo Historia Natural NY

Tras una breve cola llegamos a la taquilla y pagamos lo que quisimos, pues en USA al parecer hay una entrada recomendada (en ese caso 23$/persona) pero cada uno paga lo que quiere así que pagamos 20$ por los dos, que era el efectivo que nos quedaba. Por cierto, había varias exposiciones temporales que se pagaban aparte pero por la hora que era no nos daba tiempo a ver ni siquiera la colección fija completa.

Museo Historia Natural NY

Media hora antes del cierre avisan por megafonía. Empezamos por la estupenda planta de los dinosaurios, seguimos por las salas de animales disecados y finalmente las de antropología. Podéis ver más fotos del museo pinchando aquí.

Museo Historia Natural NY

Salimos del Museo agotados de tanto caminar y eso que paramos un rato en una de las cafeterías del museo para tomar una soda y un zumo de manzana (8,44$). Una vez en el exterior bordeamos Central Park hacia el sur con el fin de encontrarnos con el EDIFICIO DAKOTA, en donde mataron a John Lenon.

NY
Edificio Dakota

También aprovechamos para entrar en STRAWBERRY FIELDS, dentro de Central Park, que está justo enfrente del Edificio Dakota, con el objetivo de hacer una foto del famoso mosaico de Imagine que homenajea al famoso cantante.

Central Park NY
Strawberry Fields

De ahí caminamos por la calle de los edificios Dakota, dejando atrás Central Park, hasta el famoso chiringuito de hot dogs de GRAY’S PAPAYA, que sale en varias películas. Pedimos dos perritos con cebolla y una bebida de papaya, pagando 5,95$ por todo. Nos los comimos de pie dentro del local, en una esquinita, pues no tiene sillas. Los perritos estaban bien pero son pequeños y diría que el interior del local necesita un lavado de cara… En fin, aquí podréis ver más fotos del mismo.

Gray's Papaya NY

Grays Papaya NY

Al salir nos sentamos en un banco a descansar y decidir qué haríamos. Como aún eran las 18 horas Pelayo propuso ir a la ISLA ROOSVELT, lo cual me pareció una gran idea. Cogimos allí mismo la línea de metro roja (72St) hasta Times Square y allí cambiamos a la amarilla hasta Lexington Avenue. Una vez en Lexington caminamos hasta la Segunda Avenida, entre 60 y 61, en donde se coge el teleférico hasta la isla.

La isla tiene unos tres kilómetros de largo y al parecer albergó hospitales para enfermos de viruela, enfermos mentales, una prisión, etc.

Isla Roosvelt
Teleférico

Al poco de llegar apareció el teleférico, rojo y blanco, pues es de construcción suiza. Había bastante gente pero fuimos entrando ordenadamente y, una vez lleno, arrancó. El viaje duró sólo unos minutos pero nos gustó mucho, pues empezaba a anochecer y ya estaban las luces de la ciudad comenzando a encenderse. Por cierto, se puede usar el Metrocard para coger el teleférico. Nos dijeron que pasa cada quince minutos y el horario es desde las 6 hasta las 2 de la madrugada, más o menos, pues varía un poco según si es fin de semana o no.

NY
Vistas desde la Isla Roosvelt

Una vez en la isla dimos un paseo hacia el sur y aprovechamos para ir al baño en el Parque Franklin, al sur de la isla. Desde ese lado de la isla había unas fantásticas vistas del puente de Queensboro así como de los rascacielos, incluido el Chrysler, que fue muy fácil identificar por su iluminación cambiante.

Isla Roosvelt
Vistas del skyline

En el parque vimos las ruinas de un antiguo hospital para enfermos de viruela. Una vez que llegamos a la punta de la isla volvimos hacia el norte por la otra orilla y cuál fue nuestra sorpresa que desde allí se divisaba el famoso cartel luminoso de Pepsi Cola, que está en Gantry Park.

Isla Roosvelt
Ruinas del hospital

Nos cruzamos con unas latinas por lo que aprovechamos para preguntarles qué hacer en Roosvelt a esas horas. Nos contaron que había un bus gratuito que recorría toda la isla, saliendo justo desde donde nos había dejado el teleférico así que decidimos cogerlo. Volvimos a la base del teleférico y efectivamente en la base había justo una parada de bus en la que no habíamos reparado anteriormente.

Isla Roosvelt
Vistas de Gantry Park

A los pocos minutos llegó el bus y efectivamente subimos sin pagar nada. El viaje en bus fue curioso, pues en la isla apenas hay coches pero sí mucha gente joven, empresas, algún supermercado y bares. Dimos la vuelta entera y nos bajamos en una parada de bus que tenía también boca de metro (línea naranja). Aquí podéis ver más fotos de esta preciosa isla.

Pomada

Antes de entrar aprovechamos para comprar, en la única farmacia que vimos, un relajante muscular en pomada que nos recomendó uno de los trabajadores (10,21$). Tanta caminata empezaba a hacer mella…

Tomamos el metro hasta 47-50St y de ahí volvimos caminando a nuestro hotel. Por el camino no encontramos ningún sitio para cenar que nos convenciese así que cogimos un par de trozos de pizza para cada uno y dos cervezas en el deli coreano que había justo enfrente del hotel, pagando 21,58$. Se llama Ambrosia, aunque el nombre no lo vimos por ningún lado, y tras nuestra estancia en la zona sólo podemos decir buenas cosas: siempre abierto, puedes comprar de todo a buen precio, comida muy rica y servicio amable. Pinchando aquí podréis saber más de este completo local.

Cenamos en el cuarto mientras veíamos Juego de Tronos y tengo que decir que la pizza estaba bien buena. Nos echamos la crema que habíamos comprado, estiramos un poco y para la cama. He calculado que este día caminamos alrededor de 7 km.

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