Restaurante peruano Kero. Vigo

El lunes 20/03/2017 quedamos para cenar con unos amigos en el restaurante peruano KERO de Vigo, en la Calle Castelar nº6 Bajo, que en ese momento llevaba abierto unos siete meses. Desde nuestro viaje a Perú somos unos enamorados de su comida, país que además ostenta el récord del mundo como nación con más platos diferentes registrados.

Kero es el proyecto personal de Juan Carlos Perret, quien nos recibió en la entrada, y se basa en la idea es ofrecer comida peruana elaborada con producto local. El nombre del restaurante es un término que en Perú se utiliza para denominar a los vasos ceremoniales utilizados por las culturas pre incaicas. Esta palabra tiene además un doble sentido en gallego, pues significa “quiero”. El logo del restaurante, por otra parte, se compone de varias tablas de surf de pie puestas sobre la arena, otra de las pasiones de Juan Carlos.

 Juan Carlos, tras sus estudios en la Escuela Cordon Bleu de Lima, comenzó a trabajar con uno de sus profesores, como Jefe de Cocina. Estando allí hubo varias pruebas para gente interesada en venir a España y las superó. Tras una ardua selección, consiguió su primer empleo en España, concretamente en el restaurante Xantar da Ría de O Grove (donde aprendió a tratar con el pescado y el marisco gallego). Hoy en día Juan Carlos lleva más de diez años en España.

Durante su vida laboral ha trabajado y colaborado con profesionales de la talla de Martín Berasategui, Javier Olleros, Rafael Centeno, Gastón Acurio, Rafael Piqueras, etc. Tras recibirnos amablemente en su local, Juan Carlos nos invitó a probar alguno de los cócteles que preparan a base de pisco, almíbar y lima. El pisco es macerado por ellos mismos con diferentes ingredientes (ají, naranja, huacatay, pomelo, anís, etc.). Yo probé el de “ají, cayela y naranja” y el de “guayaba y maracuyá”, el primero picante y el segundo dulce, ambos muy buenos.

A continuación pasamos a sentarnos en una de las mesas del local, que cuenta con una decoración alegre pero sin estridencias. La carta se divide en Ceviches/Tiraditos, Primeros, Segundos y Postres. Además hay menú del día de lunes a viernes al mediodía y un menú degustación para noches y fines de semana.

Dejamos a Juan Carlos plena libertad para servir los platos que él quisiese, que fueron los siguientes:

1.Longueirón con ali oli de ají amarillo y cilantro

2.Patacones con chalaquita de ají, chorizo ceboleiro y aguacate ecológico

3.Ceviche de San Martiño, leche de tigre de ají amarillo, boniato y chifles

4.Causa de tendones de rubia gallega con mejillones y emulsión de escabeche rematado con ají panca

5.Versión de sudado (al vapor): besugo con salsa de sudado, langostino, caldo de sus espinas con ají amarillo y rocoto

6.Ají de pularda de Vila de Cruces, hoyucos encurtidos, kumquats confitados, quinoa roja, negra y blanca suflada, polvorón de ajada y remolacha

7.Versión de mazamorra: infusión de maíz lila, fruta cru, granizado de guisantes de temporada con ají panca

8.Suspiro a la limeña: crumble salado de canela, aire de cítricos, merengue brulé.

9.Petit fours: frufas, rocas blancas con achote, rocas negras con jengibre, ají y chile.

Por cierto, antes de comenzar el menú nos trajo dos salsas picantes para añadir al gusto a los platos, una de rocoto y otra de ají amarillo, más suave, ambas muy sabrosas. Todas las preparaciones me parecieron deliciosas, con una equilibrada mezcla de ingredientes, sabores y texturas, además de una presentación elegante y muy atractiva.

Para beber durante la cena escogimos dos botellas de DANDELIÓN 2015, vino de la DO Rías Baixas elaborado por Alberto Nanclares y Silvia Prieto. Para rematar tomamos un delicioso pisco sour cada uno.