Si yo algún día montase un negocio de hostelería intentaría que se pareciese al que Marta y Roberto han abierto en Boqueixón, a las afueras de Santiago de Compostela. El entorno es maravilloso, la comida perfecta y la compañía de esta pareja insuperable. Nosotros ya los conocíamos del restaurante que tenían antes con Iñaki Bretal en Pontevedra: O Eirado da Leña.
A partir de ahora Marta y Roberto llevarán solos el negocio, atendiendo, como siempre, con mucho cariño a sus clientes, sin embargo en esta ocasión en su propia casa. La finca en donde está el restaurante es de su propiedad y la casa fue restaurada con la idea de vivir en la planta de arriba y montar un pequeño restaurante en la de abajo, donde poder cocinar a gusto y para pocos comensales, dando una inmejorable atención. Como hay muy pocas mesas os recomiendo llamar antes de ir.
La comida es excepcional, sólo puedo decir que Roberto es una máquina, y más sabiendo que es autodidacta. Marta es una experta en bebidas, sobre todo vinos y espirituosos, además de atender la sala y dar muchísima paz; seguid todas sus recomendaciones, os encantarán.
La primera vez que acudimos a O Balado fue con un vale que compramos en Internet, en una web de ofertas, que incluía un menú degustación por 29 euros sin bebida, fue todo excepcional. A media que hemos vuelto la finca ha ido cambiando, pues ahora disponen de ganado propio, huerto, etc.
Parece imposible, pero Marta y Roberto siguen superándose. Paso a relataros el primer menú que tomamos en su casa, hace ya unos años, pero cuya filosofía se mantiene, y que consiste en ofrecer principalmente producto de la finca y alrededores:
-Salmón ahumado en la lareira que tienen en el salón y queso curado que hacen ellos mismos, excepcional
-Teriyaki de atún con rebozado de maíz
-Foie con puré de higos que recogen en su finca
-Croquetas de buey de mar
-Anguila fresca ahumada con caldo de pularda y foie (para mí el mejor plato, insuperable, es de esos que se recuerdan toda la vida). Las anguilas fueron criadas por ellos en el río de la finca.
-Rabo de vaca con patatas fritas y níscalos de la zona
-Espuma de fruta de la pasión y yogur
-Crema de arroz con leche y fondo de toffe
-Café excelente
Para beber tomamos un vino monovarietal Godello con crianza en barrica, buenísima recomendación de Marta
Con el postre el mejor orujo blanco que hemos probado nunca, además de un vino dulce. Luego nos dieron a probar un güisqui riquísimo. Tras la comida estuvo igual o mejor la charla con Marta y Roberto, son maravillosos.
Os lo recomiendo vivamente, será en poco tiempo un referente de la zona de Santiago sin ninguna duda y en breve de Galicia. Volveremos una y otra vez, pues es uno de mis restaurantes preferidos de Galicia. VISITA OBLIGADA.
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