Diario de Tenerife, día 2: Las Teresitas, Guachinche Tres Dragos y La Laguna

MIÉRCOLES 10 JUNIO 2015

Nos levantamos con unas bonitas vistas al Recinto Ferial y detrás, el mar; además había un reloj con temperatura justo delante de la ventana del dormitorio que ya a las 9:30 marcaba 25ºC. Tras desayunar acudimos a la oficina que tiene CICAR en el Puerto para cambiar el coche, gestión que nos llevó realmente poco tiempo y además nos entregaron un vehículo de categoría superior. Por el camino pudimos ver el famoso AUDITORIO DE CALATRAVA, que es realmente bonito, pero quizás más pequeño de lo que os imagináis.
Auditorio de Calatrava
Después aprovechamos para ir hasta la PLAYA DE LAS TERESITAS y subir al mirador con el mismo nombre, desde donde hay una magnífica vista de la playa y de Santa Cruz, además de todos los barcos que navegaban por la bahía.
Vista desde el Mirador de Las Teresitas
Volvimos para Santa Cruz y dejamos el coche en el parking del Mercadona que está en la Avenida de los Reyes Católicos. Aprovechamos para tomar un vermú a base del típico bocadillo de pata, Pelayo con queso blanco y yo con ensalada, en EL ALIVIO, en la calle Unamuno nº 12. Era un sitio al que iba muy a menudo Pelayo durante los once años que vivió en Tenerife y le gustaban especialmente los bocadillos y pizzas. Acompañamos las ricas viandas con un jugo de mango Libby’s para mí y y una cerveza Dorada para Pelayo, ambos productos elaborados en Canariass. Pagamos 7’20 euros por un par de bocadillos riquísimos, una par de bebidas y un donuts. Además el dueño del local se acordaba de Pelayo y se llevó una alegría al verlo de nuevo, a pesar de que hacía 7 años que no volvía por la isla.
Vermú en El Alivio
Volvimos al Mercadona e hicimos algo de compra para toda la semana y dejamos las bolsas en el piso, consiguiendo aparcar el coche en una de las calles del barrio. Caminamos hasta el Banco de Pelayo para arreglar con el Director de la Sucursal la venta del piso, fijada para dos días después. Luego pasamos por la antigua oficina de trabajo de Pelayo, en donde estuvo saludando a un montón de compañeros, fue una alegría reencontrarse con ellos después de siete años. Nos fuimos con Carlos y su mujer, Vanessa, a comer en un guachinche, en concreto el llamado TRES DRAGOS, que está en Guamasa (Carretera Campo de Golf 115, San Cristóbal de la Laguna, teléfono 629816945; cierra domingo por la noche y lunes).

Guachinche Tres Dragos

Guachinche Tres Dragos
Carta
Guachinche Tres Dragos
Queso y Almogrote
Guachinche Tres Dragos
Garbanzas
Al parecer lo típico era el Pulpo y el Conejo en Salmorejo, pero como llegamos ya pasadas las 15 horas se habían terminado. Pedimos entonces otros platos habituales en los guachinches: Almogrote, Queso frito con mojo rojo y verde, Huevos con patatas y chorizo, Carne de fiesta, Garbanzas y Pavo con papas fritas. De postre pedimos un variado que incluía Quesillo, Tiramisú y Tarta de la Abuela. Tengo que decir que pedimos demasiada comida, acabamos llenísimos. Para beber pedimos vino tinto y blanco de la casa (a mí me gustó más el blanco), pagando 40’45 euros entre los cuatro, una auténtica ganga.
Guachinche Tres Dragos
Huevos fritos
Guachinche Tres Dragos
Carne de fiesta
Guachinche Tres Dragos
Pavo
Guachinche Tres Dragos
Variado de postres

Luego fuimos a dar una vuelta por LA LAGUNA, pasando por delante del piso en el que yo viví durante los tres meses que estuve de prácticas en esa bonita localidad. La Laguna bien merece un paseo por sus preciosas calles peatonales, llenas de vida. Además su trazado es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999, al tratarse de la primera ciudad no fortificada y, al parecer, diseñada con instrumentos de navegación. Paseando por sus bonitas calles podréis observar coloridas casas, plazas, palacetes, fuentes, etc, permaneciendo el trazado intacto desde el siglo XV.

Aproveché para comprar una sudadera en la zona comercial del casco histórico, pues hacía frío, y un vestido precioso negro con flores que me encantó en cuanto lo vi, en una tienda con ropa muy chula y especial llamada URBAN BY WEHBE. Tomamos algo en las terrazas de la PLAZA DOCTOR OLIVERA, un lugar muy agradable cuando hace buen tiempo. Nos sentamos concretamente en el BAR BENIDORM y pedimos tres cafés, una Coca cola, un zumo de guayaba, un ron cola (Arehucas) y dos gin tonics (Brockmans y Tanqueray), pagando 21’40 euros, lo cual me pareció un lujo. Allí estuvimos prácticamente hasta que anochechió. Aquí os dejo la opinión que escribí sobre este local en Tripadvisor.
Terraza del Bar Benidorm
Decidimos ir a tomar unos vinos canarios y por tanto Vane y Carlos nos llevaron a un sitio que abrió recientemente, llamado LA VINOTECA, donde se puede chatear vinos de las islas. Probamos MARBA BLANCO (DO Tacoronte-Acentejo), MARBA TINTO, GRAN TEHYDA (DO Valle de la Orotava), y AINHOA (DO Tacoronte-Acentejo). Nos pusieron de aperitivo, para acompañar a los vinos, dos pinchos de chorizo y dos de puré de patata con bacon para cuatro. Además se pidió una copa de vino de la Tierra de Castilla y León, MONTESTRELLA Roble. Por cinco copas de vino pagamos 10’90 euros, bastante buen precio pero siento decir que estos vinos no nos conquistaron…
Vinos y pinchos en La Vinoteca

Vinos y pinchos en La Vinoteca

Como aún teníamos hambre y no nos habían conquistado demasiado los vinos, nos llevaron a otra vinoteca, LA RESERVA DE HERRADORES. En realidad se trata de una tienda gourmet que dispone de una parte trasera en la que se pueden degustar vinos y pinchos fríos. Le pedimos consejo al encargado, que nos recomendó varias botellas, de las que escogimos CRATER 2012, DO Tacoronte-Acentejo, de Listán Negro y Negramol y la verdad es que fue un acierto. Además tomamos una tapa de Jamón de bellota, una de Quesos canarios y cuatro Montaditos, pagando 60 euros por todo. Aquí os dejo el enlace a la opinión que escribí sobre el local en Tripadvisor.
La Reserva de Herradores
La Reserva de Herradores
A continuación tomamos ya un café, antes de despedirnos, en el Bar CABALLO BLANCO, además de un whiskey y dos botellines de agua para los niños de Carlos y Vane, pagando 10’50 euros. La carta era amplia y en la barra había gran cantidad de tapas, con muy buena pinta. Tenía terraza pero como hacía mucho fresco nos quedamos dentro, en donde disponen un comedor bastante amplio. Aquí tenéis la opinión que escribí en Tripadvisor sobre este Bar.
Bar Caballo Blanco

 

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